Inicio Cultura y Sociedad El quiosco de la Gran Avenida (Elda)| Victoria García 

El quiosco de la Gran Avenida (Elda)| Victoria García 

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Victoria García
Victoria García

Como estos días estamos de recuerdos y ha vuelto a aparecer la foto del quiosco de la Gran Avenida, y como lo prometido es deuda, ahí va el texto para completar esa historia.

EL QUIOSCO DE LA GRAN AVENIDA.

Hoy que se lleva todo lo altisonante, que los camioneros son «técnicos en logística» y una tortilla de patatas es una «Fritata de tubérculo andino al aroma de manzanas dramáticas (Quevedo decía que Góngora llamaba así a las cebollas porque hacen llorar),  sobre un lecho de fruto uterino de pita Ibérica», se podría decir que dicho quiosco era una pequeña empresa familiar de amplio espectro y gran pluralidad con extenso catalogo de artículos diseñados para colmar los deseos y necesidades, tanto de niños como de jóvenes y adultos de ambos sexos. Pero sería una pena malgastar tantas palabras para no decir nada.

El quiosco formaba parte de mi vida y de la de todos los del barrio, era lo más. Lo regentaban el señor Miguel, la señora Elvira y su hija Maruja, aunque normalmente despachaban «mi tía Elvira»(nos la adjudicamos como tía en mi casa) y Maruja, mi «hermana mayor» (también nos la adjudicamos), que era mi referente, todo lo que yo quería ser; incluso ahora sigo pensando que cuando sea mayor quiero ser como ella. Pero volvamos al quiosco, tenía de todo: sus capazos de esparto con pipas, torraos, chufas, panchitos y cacahuetes; los «tramuzos» en un lebrillo con agua, como debía ser. Tabaco: Ideales (si no recuerdo mal les llamaban caldo), Celtas cortos y largos, Bisonte, Chester, etc. Prensa: Pueblo, Madrid, Información, ABC… Revistas y tebeos; La Codorniz y el Hola para los adultos. Para las niñas Azucena y Sissi. Para los chicos Capitán Trueno, Jabato, Hazañas Bélicas y otros. Para las chicas: Romántica y el Dúo Dinámico (que por entonces hacía furor). Para todos: TBO, Pumby, Pulgarcito…

Mi padre nos enviaba a veces a comprar: «Dile a la tía Elvira que te ponga dos pesetas de cacahuetes que parezcan diez duros».

Y ella hacía un cucurucho de papel, y nos lo llenaba tanto que alguno se nos caía en el trayecto de apenas treinta metros que separaba nuestra casa del quiosco.

Quiosco de la Gran Avenida Elda 1960
Quiosco de la Gran Avenida Elda 1960

Para mí el mejor día era el domingo. Mi abuelo me daba una peseta. Rápidamente me iba al quiosco y me compraba diez golosinas distintas, a perra gorda cada una, ¿podía haber alguien más rico que yo?

También se cambiaban novelas de Corín Tellado y de Marcial Lafuente Estefanía, y discos pequeños, de los de 45 r/m, de los famosos de la época: Frank Sinatra, Paul Anka, Gilbert Becaud, Los Blue Diamonds, Lucho Gatica… Etc. Y los nacionales: Los TNT, Los Cinco Latinos, José Guardiola, Gelu… y otro largo etc.

Un día el quiosco desapareció para tristeza de muchos. ¿Dónde íbamos a comprar ahora? La vida cambió… Porque tenía que cambiar… Llegaron nuevos tiempos. A los que tuvimos la suerte de conocerlo nos queda un hermoso recuerdo.  A mí, además, me queda Maruja, mi hermana mayor, a la que quiero entrañablemente y es a la vez uno de los recuerdos más bellos de mi infancia, una de las personas que más admiro… Y a la que con todo mi cariño dedico este recuerdo.

Escrito por Victoria García 

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