Desde la FAPA “Gabriel Miró” en apoyo a la gran labor que realizan tod@s l@s consejer@s delegad@s a los consejos escolares de nuestra provincia y como forma de poner en valor el trabajo y dedicación así como la preocupación por las comunidades educativas de estas personas queremos transmitir el proceso de modificación de jornada que el CEIP “Padre Manjón” de Elda ha vivido y las consecuencias para una comunidad educativa como esta con casi 1000 familias totalmente dividida, exhausta donde ha faltado pedagogía y comunicación con todas las familias.
En primer lugar, creemos que esta situación la ha provocado y permitido la dirección del propio Colegio no sabemos si de forma consciente o no, evidentemente no se habría llegado hasta este punto si se hubiesen tomado las decisiones correctas desde el principio. Por lo tanto, desde la Dirección del Colegio y Presidencia del Consejo Escolar se deberían pedir disculpas públicamente a toda la comunidad educativa por generar una situación de tensión gratuita y también a l@s tres consejer@s que llevan siendo maltratad@s de diferentes formas a nivel personal en su día a día y en redes sociales, desde hace ya más de dos meses por parte de varios sectores de esta comunidad educativa.
En segundo lugar, para hacer efectivas estas disculpas públicas por parte del Colegio, y acabar de una vez con esta situación, debemos de relatar los hechos ocurridos desde el pasado día 31 de enero de 2018, fecha en que se celebró Consejo Escolar Extraordinario para la aprobación del Plan específico de organización de la jornada escolar.
El resultado de aquella votación fue de 13 votos a favor del Plan, 3 en contra y 3 abstenciones, con la ausencia de un@ de los consejer@s. Aquella votación se realizó de forma secreta porque así lo permitió el Presidente del Consejo Escolar tras haber sido solicitado este hecho exclusivamente por representantes del profesorado y de los padres y madres. Aquel día, el Plan no quedó aprobado porque 13 votos afirmativos suponen el 65% de los 20 votos posibles, ya que la Orden obliga a una mayoría cualitativa de votos afirmativos, es decir, dos tercios de los 20 miembros con derecho a voto, por lo que no se llegó a la mayoría exigida.
Seguidamente, la tarde del jueves día 01 de febrero, se convocó un nuevo Consejo Escolar Extraordinario en el que se pretendía volver a votar lo mismo que ya se había votado el día anterior. Dicha convocatoria, se realizó de forma ilegal porque no respetaba el plazo de 48 horas establecido que debe transcurrir entre un Consejo Escolar y la convocatoria del siguiente, siendo el Presidente y el Secretario del Consejo Escolar conocedores de esta ilegalidad, puesto que sus cargos administrativos exigen el conocimiento de las normas y, a la vez, el desconocimiento de las mismas no les exime de su cumplimiento.
Ante esta situación, al día siguiente, el viernes 02 de febrero, mediante dos documentos presentados en el registro de entrada del colegio se reflejó formalmente la irregularidad que se estaba cometiendo: por un lado, un primer documento que advertía de que era un fraude para la comunidad educativa convocar un nuevo Consejo Escolar para volver a votar lo que ya se había votado tan sólo unos días antes; y por otro lado, un segundo documento en el que se presentó una impugnación a la Convocatoria de Consejo Escolar que se pretendía llevar a cabo de forma ilegal el lunes día 05 de febrero de 2018. También advirtió al Director de la misma circunstancia una persona perteneciente al mismo tiempo a la AMPA y a la Agrupación Local de APAS, ya que este hecho podría acarrear una posible sanción como cargo público si se seguía adelante con una nueva votación del Plan. Ante estos avisos realizados por el propio bien de la comunidad educativa, la primera intención del Director fue la de desconvocar el Consejo Escolar previsto para lunes el día 05 de febrero.
Pero, sorprendentemente, durante ese fin de semana el Director decidió cambiar de opinión llevando a cabo un Consejo Escolar que nunca debería haberse celebrado. Pese a que la Resolución de 25 de enero permitía modificar el Plan específico de organización de la jornada escolar en función de sus instrucciones, lo que no permitía en ningún caso dicha modificación era volver a votar la aprobación del Plan, según se intentó justificar por parte del Colegio. ¿Se habría propuesto una nueva votación del Plan en Consejo Escolar si se hubiera aprobado éste en la primera votación? Evidentemente no, por lo que tampoco debería haberse hecho al no quedar aprobado.
Las normas están para cumplirlas y los resultados de las votaciones para respetarlos. Pese a esto, aquella primera votación no se respetó, y se volvió a votar, esta vez a mano alzada, con 16 votos a favor, una madre de la AMPA ausente aquel día en la votación y tres consejeros que se negaron a votar pidiendo que quedara reflejado en el acta. Que quede claro que con esta forma de actuar no se ha pretendido evitar que se vote el 25 de abril por parte de las familias, sino reflejar una circunstancia que legalmente y por sentido común no se podía consentir. Además, queremos constatar que dichos consejeros actuaron correctamente, y que esta situación, se hubiese evitado tan solo con posponer aquella primera votación a la semana siguiente, porque el Colegio había sido notificado de dicha Resolución la misma mañana del miércoles 31 de enero, día en el que se votó por primera vez.
El Consejo Escolar es el Órgano más importante de cualquier centro educativo, y en él están representados todos los miembros de la comunidad educativa. El Director es el Presidente del Consejo Escolar y, por lo tanto, el máximo responsable de lo que en él ocurra. En este caso en concreto, el Director actuó de forma irregular deliberadamente para conseguir que se llegara a la votación del 25 de abril por parte de las familias, pasando para ello por encima de las normas que rigen el funcionamiento de un Órgano tan importante como el Consejo Escolar. Cualquier actividad extraescolar, reforma, obra o actuación que afecte a la comunidad educativa que quiera llevar a cabo el colegio debe ser aprobada por el Consejo Escolar, y evidentemente, el Plan específico de organización de la jornada escolar también, tal cual manda la Orden. Y la única razón por la que no se puede votar es que el Plan no cumplió el trámite de quedar aprobado en Consejo Escolar.
Para muchas familias no es fácil asumir que no se pueda votar el próximo miércoles día 25 de abril, pero el Presidente del Consejo Escolar prefirió ocultar lo ocurrido y dejar que la discrepancia la resolviera la Conselleria. Lamentablemente, su nefasta decisión en este asunto ha traído esta consecuencia. Tras la decisión de Conselleria, llegó el momento de dar explicaciones, y una cosa es evidente: si la Conselleria no ha dado la razón al Colegio es porque no la tenía y porque éste no ha actuado como debía, es decir, representando a todas las familias. Seguro que no fue nada fácil tener que dar explicaciones de lo ocurrido dos meses después, y así quedó demostrado en la asamblea informativa del pasado martes 27 de marzo en la que el Colegio no explicó toda la verdad, ocultando datos de lo ocurrido de forma intencionada.
Durante estos más de dos meses, han ocurrido hechos que consideramos realmente graves. Entre otros, que el Colegio mienta u oculte información de forma expresa a las familias diciendo que el Plan se aprobó cuando es evidente que no fue así. También se ha acusado de forma gratuita a tres consejer@s de tener un interés particular en la decisión que tomaron de negarse a votar de manera ilegal. Además, se ha interpretado el voto de dich@s consejer@s, de forma totalmente intencionada (hay que recordar que la primera votación fue secreta) porque se necesitaba tener culpables para no asumir responsabilidades. Y hay que señalar por último que este ambiente de malestar y protesta ha impedido que acuda al Colegio el Director General de Centros, con fecha de visita cerrada, para conocer y buscar soluciones al problema existente con el comedor, lo que lamentamos profundamente, por lo que ahora se debería reflexionar para no permitir que esto se repita, porque no se puede volver a perder una oportunidad así para solucionar los problemas relativos al Colegio.
La espera de la respuesta de Consellería requería tiempo y paciencia. En cambio, durante estos más de dos meses se han escuchado una infinidad de mentiras y falsedades en prensa y redes sociales de las que lógicamente no debe ser fácil mantenerse al margen. Los consejer@s que con sus actos tan sólo han pretendido representar a todas las familias y no sólo a una parte, deben saber que en esta federación somos firmes defensor@s de las personas comprometidas y serias con las normas es por eso que realmente creemos que se ha cometido una terrible injusticia con ell@s, deben saber que lo que hicieron era lo correcto y la FAPA “Gabriel Miró” queremos que se sientan tranquil@s de su actuación, porque no se puede marginar u olvidar a las familias que no quieran votar lo mismo que el resto y están en su derecho legítimo de no hacerlo. Lo único que se les puede acusar es de hacer las cosas bien, es decir, de defender la legalidad que corresponde a este proceso.
Desde el pasado viernes 22 de marzo en redes sociales circula un “anónimo” acusando a tres miembros del Consejo Escolar de lo ocurrido, usando datos falsos y confidenciales, antes incluso de que el Colegio diera su versión oficial. Este acto no solo es denunciable, sino que convierte al autor/ a en una persona sin ningún tipo de ética. Señores/as todo no vale para conseguir nuestros fines… Es vergonzoso y que se dé en el seno de una comunidad educativa más. Si a partir de ahora, alguien sigue teniendo dudas de la actuación de algun@ de estos tres consejer@s, que no l@s señale más como culpables de esta situación, porque lo ocurrido ha sido la consecuencia de una mala y lamentable gestión de los encargad@s de dirigir el Colegio, al no saber aplicar las normas debidamente para defender los intereses de toda la comunidad educativa, y no sólo los de un@s poc@s.
Desafortunadamente, desde la FAPA lamentamos al igual que muchas familias que no se pueda votar el día 25 de abril el Plan específico de organización de la jornada escolar. Así que, tanto las familias que sigan creyendo en un cambio en la organización de la jornada escolar como las que no, que sigan luchando por lo que consideren más oportuno para sus hijos e hijas. Están en su derecho lo único que pedimos es “Fair Play” = Juego Limpio. Para tener una escuela en la que tod@s nos sintamos parte del mismo proyecto y estemos en las mejores condiciones posibles de una escuela pública.
Ramón López Cabrera
Presidente FAPA Gabriel Miró
